Transformaciones en el sistema de medios en la Argentina del siglo XXI
El presente artículo procura caracterizar la situación del sistema de medios de la Argentina atravesado por una serie de procesos políticos, regulatorios, sociales y tecnológicos que están modificando parcialmente su estructura y sus tendencias históricas.
Los cinco ejes del artículo son:
1 – la descripción de la estructura del sistema de medios, en la que se destaca su lógica comercial con predominio de capitales privados, la centralización de la producción en la capital de la República (Buenos Aires) y la ausencia de servicio público en los medios de gestión estatal que compense culturalmente la lógica de funcionamiento de los medios de gestión privada, las modificaciones regulatorias y económicas producidas en los años noventa, con la afluencia de capitales extranjeros y financieros, el ingreso al sistema de medios de sociedades anónimas y el incremento de la concentración de la propiedad;
2 – los cambios regulatorios que se han implementado recientemente y que refieren a industrias que protagonizan un proceso de convergencia tecnológica. El cambio más sobresaliente ha sido la sanción, por parte del Congreso Nacional en 2009, de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (aludida en el presente artículo como Ley SCA). Esta ley es analizada en detalle, así como también su proceso de implementación y las controversias suscitadas en torno de la nueva regulación;
3 – los principales y diferentes argumentos que esgrimen las fuerzas que protagonizan la discusión pública, de carácter binario, que se ha profundizado desde 2008 en la Argentina sobre el gobierno de los recursos económicos y culturales, entre ellos, por supuesto, los medios de comunicación;
4 – el efecto transformador de la evolución convergente de las tecnologías que están impulsando paralelamente la conexión en red de gran parte de la sociedad argentina por un lado, y la digitalización de los medios de comunicación por el otro. Asimismo, los cambios tecnológicos y sociales han potenciado la capacidad de distintas organizaciones sociales e individuos para desarrollar sus propios medios de comunicación digitales, proceso que impacta en el funcionamiento de los medios tradicionales y genera una tendencia a la desintermediación de la labor informativa que éstos ejercen;
5 – por último, se enuncian los desafíos suscitados que el diagnóstico trazado en los
puntos anteriores, tanto desde el punto de vista político como práctico, con una
perspectiva de compromiso democrático y justicia social.