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07 de julio de 2011

Bolivia y Brasil: los meandros del camino

Artículo de Carlos D. Mesa Gisbert, ex presidente de Bolivia.

Vocación al Pacífico y vocación al Atlántico

Para entender la importancia de las relaciones entre Brasil y Bolivia, es fundamental asumir las tensiones pendulares que ha sufrido Bolivia desde su creación como república. Su tendencia natural ha sido al Pacífico dado su nacimiento con una costa a ese Océano y la preeminencia del área andina, pero la pérdida de su acceso al Pacífico en 1879 y el crecimiento del oriente en la segunda mitad del siglo XX, han volcado los ojos bolivianos hacia el el Atlántico. 

Las turbulencias del pasado

Las relaciones boliviano brasileñas han estado jalonadas de conflictos de límites que se han traducido en hechos que dejan en Bolivia la idea de que Brasil tiene una vocación expansionista. En 1825 Brasil pretendió anexarse la región de Chiquitos. En 1867 ambas naciones firmaron un tratado por el que Bolivia cedía un territorio próximo a los 100.000 km2. Entre 1900 y 1903 la riqueza de la goma llevó a un conflicto regional que se transformó en una guerra. El resultado fue la pérdida de Bolivia de gran parte del Acre (casi 190.000 km2).

En la otra cara de la moneda, en 1958 se inauguró el ferrocarril Corumbá-Santa Cruz, con importante aporte brasileño, fundamental para el desarrollo del departamento de Santa Cruz. En 1999 se inauguró el gasoducto Bolivia-Brasil, uno del os mayores ingresos por exportaciones para Bolivia.

Las relaciones comerciales hoy 

La agenda entre ambos países está fuertemente condicionada por el gas. Las exportaciones bolivianas a Brasil en 2010 llegaron a 2.400 millones de dólares, de los que 2.300 fueron producto de la venta de gas, esto equivale Casi al 35% del total de las exportaciones bolivianas. Brasil por su parte vende a Bolivia 1.000 millones, una gran mayoría en bienes de capital, algo menos del 0,5% de sus exportaciones.

Lula y Bolivia I 

Desde un principio Lula apoyó a Morales y su liderazgo y respaldó fuertemente al gobierno boliviano basado en la identidad ideológica. Con claridad, sin embargo, Brasil buscó por encima de todo la garantía de estabilidad política y desarrollo económico de Bolivia como garantía de una estabilidad regional indispensable para los intereses brasileños y del propio continente. La imagen de Brasil, a su vez, se fortaleció en Bolivia por la simpatía de los bolivianos a la figura de Lula.

“Nacionalización”, “imperialismo” y una crisis

El momento más crítico de la relación fue cuando Morales decidió la “nacionalización” de los hidrocarburos, que en realidad fue un incremento relativamente significativo de impuestos sobre las petroleras. La toma física con militares de una planta de Petrobras, generó una tensión muy grande entre ambos países y probó a Lula, quien prefirió una respuesta moderada. La decisión demostró ser la adecuada y ya para 2007 la normalidad y la reactivación de una agenda confianza dominó el escenario entre ambos gobiernos.

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Lula y Bolivia II. La hora de los resultados 

El saldo de los logros y avances concretos en el periodo 2006-2011 no fue tan auspicioso como podría pensarse en una primera mirada. Brasil no pudo consolidar un desarrollo de inversiones estatales y privadas en Bolivia acordes con las expectativas y la naturaleza estratégica de la vecindad. Expulsiones de empresas brasileñas e intentos frustrados de iniciar inversiones masivas de capitales brasileños no prosperaron a pesar de la decisión política de Lula de llevarlas adelante.

Chávez-Morales. De la luna de miel a un matrimonio entre iguales 

La vinculación Chávez-Morales tuvo dos fases. La primera (2006-2009) con fuerte influencia venezolana y cubana, traducida en una subordinación de la política exterior boliviana a las líneas maestras del chavismo y una presencia muy significativa de Cuba y Venezuela en los aparatos de seguridad e inteligencia de Bolivia. El apoyo económico venezolano fue decisivo en esa etapa. 

En la segunda fase, Morales asumió un liderazgo más independiente con agenda propia, la búsqueda de un liderazgo indígena en la región y la proposición de una agenda medioambiental contestataria basada en la valoración de la filosofía andina de la armonía hombre-naturaleza.

La siempre conflictiva relación con Estados Unidos 

La influencia de los Estados Unidos disminuyó significativamente en Bolivia. El gobierno de Morales protagonizó el mayor enfriamiento histórico de las relaciones con Washington desde la expulsión del embajador de ese país y de la DEA en 2008.

La coca tema central de las relaciones exteriores de Bolivia, el nuevo papel de Brasil 

La producción de coca es sin duda el tema más sensible de las relaciones exteriores de Bolivia. Dado el origen del gobierno (Evo Morales es líder de los productores de coca ilegal en el país). En el último quinquenio la producción de hoja se ha incrementado igual que la producción de droga. 

Dado que Brasil es el principal receptor de esa producción, el tema es muy sensible en la agenda bilateral

Los otros actores 

No se puede perder de vista en el escenario la importancia creciente de los intereses chinos en Bolivia, sobre todo intentando ser jugador importante en emprendimientos nuevos como la explotación del litio.

Los desafíos de Rousseff y Morales 

  • El nuevo rol de Brasil ante la disminución evidente de la influencia de los Estados Unidos. 
  • Una estrategia común indispensable para enmarcar adecuadamente la lucha contra el narcotráfico. 
  • El efecto de la irrupción de nuevos jugadores extrarregionales, particularmente China. 
  • Cómo cambiar la idea de que en Brasil subyace una intención de dominio hegemónico y expansionista en Bolivia. 
  • Definir una estrategia entre ambas naciones para viabilizar la potencialidad de inversiones brasileñas en Bolivia