Debates
08 de julio de 2021

El arte de la política democrática y los retos de la globalización

A debatir en este webinar: el desafío de trabajar para consolidar la democracia en América Latina y las grandes transformaciones de la economía y la geopolítica regional y mundial.

Incluso ante amenazas de la magnitud de la actual pandemia y la urgencia de actuar para revertir el calentamiento global, los países latinoamericanos están inmersos en sus propios problemas (que no son pocos) y se han mostrado incapaces de actuar mínimamente coordinados para tener más voz en un mundo cada vez más competitivo, digitalizado y en el que la democracia y el multilateralismo están en jaque.

La advertencia fue hecha por tres ex presidentes latinoamericanos que desempeñaron un papel central en la consolidación de la democracia en sus respectivos países a finales del siglo XX y principios del XXI: Fernando Henrique Cardoso (que gobernó Brasil entre 1995 y 2003), Ricardo Lagos (que gobernó Chile entre 2000 y 2006) y Julio Maria Sanguinetti (que gobernó Uruguay entre 1985 y 1990 y entre 1995 y 2000). Los tres ex jefes de Estado participaron en este seminario web, que se enmarca en el ciclo «FHC 90 años – Un intelectual de la política», que forma parte de los actos conmemorativos del 90 cumpleaños del ex presidente FHC, que tendrá lugar el 18 de junio de 2021. El encuentro contó con la presencia de Enrique Iglesias, que presidió el BID entre 1985 y 2005.

«Fuisteis testigos y actores de la transición a la democracia en vuestros países en las décadas de los 80, 90 y 2000. Tras las enormes expectativas generadas entre la ciudadanía en ese proceso, en los últimos años hemos visto crecer la desilusión en varios países. ¿Cómo veis los retos a los que se enfrenta hoy la democracia en América Latina?», preguntó María Elena Agüero, secretaria general del Club de Madrid, organizador del evento junto con la Fundação FHC FHC.

«La democracia tiene sus imperfecciones, pero a pesar de las dificultades, creo que persiste en la región el sentimiento mayoritario de que la democracia, duramente conquistada, ha sido un buen período de la historia reciente de nuestros países. Esto, sin embargo, puede cambiar, como pude comprobar en Brasil durante el Estado Novo de Getúlio Vargas (1937-1945) y la última dictadura militar (1964-1985). Cualquiera que haya vivido bajo regímenes autoritarios conoce la importancia de vivir en libertad, sin miedo. Por eso es crucial que nos unamos para mantener viva la llama de la democracia», afirmó FHC.

«Los últimos años han sido problemáticos para la democracia también en Europa, Estados Unidos y América Latina. Fenómenos como la globalización y la digitalización generan oportunidades pero también inseguridad y desigualdad, como en el trabajo, donde ya no hay empleos para toda la vida. También hemos visto cómo las redes sociales sustituyen a los canales tradicionales de representación política y potencian la polarización y el populismo. La pandemia ha estallado y está acelerando estas y otras tendencias. El Estado vuelve a desempeñar un papel inesperado y poderoso. Cuando los ciudadanos se sienten debilitados y atemorizados, crece la tentación de que los gobernantes utilicen su poder no sólo para combatir la crisis sanitaria, sino para interferir y controlar otros ámbitos, poniendo en entredicho la propia democracia», afirmó el uruguayo Julio María Sanguinetti.

Al saludar al cumpleañero, Ricardo Lagos recordó que conoció a FHC en los años 60, cuando el entonces joven sociólogo se exilió en Chile tras el golpe de 1964. «Fernando Henrique formaba parte de un grupo de jóvenes intelectuales que se fueron a vivir a Chile y contribuyeron mucho al debate sobre el rumbo socioeconómico de nuestros países y de América Latina en aquella época. Conoció a Enzo Faletto (sociólogo chileno, 1935-2003) y juntos escribieron Dependencia y desarrollo en América Latina. El impacto de la obra fue tan grande que Cardoso y Faletto se convirtieron, para muchos de nosotros, en un solo autor, como Ortega y Gasset», bromeó.

«Democracia es aprender a escuchar lo que dice la gente y adelantarse a las demandas sociales», dijo el ex presidente chileno Ricardo Lagos.

«En los últimos meses hemos visto recuperarse con relativa fuerza las economías de algunos países, pero no vamos a recuperar tan rápidamente los miles de puestos de trabajo perdidos desde el inicio de la pandemia. Probablemente tendremos que prorrogar la ayuda temporal concedida a los más vulnerables. Democracia significa aprender a escuchar lo que dice la gente y adelantarse a las demandas sociales. Con los medios sociales, este proceso es cada vez más descentralizado y horizontal. ¿Qué instituciones políticas surgirán como resultado de la revolución digital y serán capaces de escuchar y responder a los ciudadanos en este nuevo contexto?», se preguntó el ex presidente chileno.

«Tenemos hoy aquí a tres grandes figuras de la política latinoamericana, cuya experiencia puede ayudarnos a entender no tanto qué hacer, sino cómo hacerlo. ¿Cómo gestionar la inmensa complejidad de los problemas en el mundo y en nuestra región? Todo depende del comportamiento político. Lo que más me preocupa en América Latina es cómo actuar en un escenario en el que los partidos políticos se han suicidado», afirmó el ex canciller uruguayo Enrique Iglesias.

Lagos destacó que la Convención Constituyente de Chile (que fue elegida en mayo e inició sus trabajos este mes de julio) es una «experiencia a compartir» con otros países latinoamericanos: «En la elección de los constituyentes hubo muchas novedades, entre ellas la regla de la paridad de género (78 hombres y 77 mujeres) y la asignación de 17 escaños a los pueblos indígenas. Pero lo más llamativo fue la movilización de los ciudadanos, principalmente a través de WhatsApp, que se tradujo en la elección de un gran número de miembros independientes (más del 30% del total). Estamos asistiendo, por tanto, al surgimiento de una forma diferente de expresión y organización ciudadana en Chile, que va más allá de los partidos políticos tradicionales. Será muy interesante seguir lo que ocurra en la convención, cómo configurará la política chilena en el futuro y si tendrá un impacto en la región.»

«Con la convocatoria de una asamblea para redactar una nueva Constitución, Chile busca dar una respuesta inteligente a las grandes protestas de finales de 2018, que revelaron que existe malestar social a pesar del impresionante desarrollo económico del país en las últimas décadas. Hemos visto manifestaciones en otros países, como Colombia. Perú acaba de salir de unas elecciones profundamente divididas, en las que el elegido no tendrá apoyo en el Parlamento. En Brasil se ha producido una judicialización de la política en los últimos años, con consecuencias preocupantes, y el escenario para las elecciones presidenciales del próximo año está cambiando muy rápidamente. Argentina está inmersa en una profunda crisis económica. Para avanzar social y económicamente, América Latina se enfrenta a una agenda extremadamente compleja. Es un desafío casi refundacional para nuestras democracias», afirmó Sanguinetti.

El uruguayo destacó la importancia de una mayor cooperación entre las naciones de la región ante un mundo que cambia rápidamente: «Cuando éramos presidentes de nuestros países, soñábamos con una integración mayor y más profunda. Mercosur ha avanzado, pero desde hace algún tiempo está algo paralizado. El mundo vive una nueva bipolaridad, con la disputa entre Estados Unidos y China, y la pandemia ha revelado la fragilidad del multilateralismo. Cada país vela por sí mismo, incluida la compra y/o producción de vacunas. Es una situación compleja que requiere estrategia y diplomacia. América Latina debe posicionarse como región».

Lagos recordó que el mundo estará cada vez más influenciado por Asia, «acostumbrada a medir la historia en milenios», y abogó por una mayor coordinación entre los países de la región para hacer frente a los desafíos regionales, como la desigualdad social, el desempleo y la informalidad, y globales, como la amenaza climática y las epidemias. El chileno propuso un gran acuerdo internacional para prevenir futuras pandemias: «Así como la ONU creó la Conferencia de las Partes (COP) en los años 90 para llevar a cabo negociaciones relacionadas con el clima del planeta, necesitamos un foro permanente para prevenir nuevas pandemias y estar preparados para enfrentarlas de manera más unida».

«Vivimos en una nueva era impulsada por profundos cambios tecnológicos y una gran cantidad de ruido informativo y comunicativo. ¿Cómo podemos organizarlo y darle sentido? Los medios de comunicación tienen un papel fundamental, al igual que las instituciones democráticas, incluidos los partidos, que no van a desaparecer. Los líderes políticos tienen el papel de personalizar las nuevas ideas y definir los caminos. La democracia depende tanto de las organizaciones como de los actores».

Otávio Dias es editor de contenidos de la Fundação FHC. Periodista especializado en política y asuntos internacionales, fue corresponsal de Folha en Londres y editor del sitio web estadao.com.br.